Se come muy bien en el sitio y la decoración es bastante privada, tienen pequeños reservados separados por cortinas que le dan mucha intimidad, sobre todo la última mesa del salón que para una pareja es muy especial. Recomendables las croquetas klandestino por 2.3 € o las cañas de cerveza sin filtrar por 2.5 €.

Relación calidad precio más que razonable. Platos elaborados y bastante bien preparados. Txuleta con toque madurado bastante tierna sobre bandeja cerámica caliente. Postres curiosos y baños bastante limpios (un martes por la noche).

Precioso local, muy bonito, me encantó la decoración, muy acodedor, al igual que los camareros, que fueron súper atentos en todo momento. Pero a lo que vamos, la comida... buah chaval! Jajajaja. Flipante la berenjena, y las croquetas sekretas... y las bravas súper originales. No esperéis las típicas bravas, son patatas cocidas y luego fritas con una especie de mojo y alguna salsa más, muy sabrosas. Y las carnes... su especialidad. Me quedo con ganas de más, cuando vas a un sitio y ya estás pensando en volver, es que merece la pena. Por cierto, la carta de vinos, de las mejores que he visto por la zona, con vinos muy poco conocidos y muy ricos. ¡Gracias por todo equipo

Estuvimos cenando el ultimo sábado unos amigos y la comida estupenda, muy rica Sin duda, un restaurante recomendable y una buena noticia su reciente apertura Comenzamos con las croquetas 😋, probamos jamón, txangurro y klandestino. Seguimos con los mejillones irlandeses, la salsa maravillosa. Y después el chuletón para compartir, muy sabroso también. Y para rematar, unos postres. Pongo las fotos